Ganar en una maratón

Posted On // 1 comment





La noche anterior a la Marató Barcelona 2013 tenía que asistir a una fiesta sorpresa de una amiga. Hice acto de presencia y después de la sorpresa y de saludarla, me fui a casa. Al pedir mi chaqueta a la señorita del guardarropa, sorprendida, le tuve que explicar que me iba. "Tengo una maratón mañana por la mañana" le dije. Con mucho entusiasmo y admiración me respondió "¡pues espero que gane mañana!". Me fui pensando en esa frase, la misma que he escuchado en otras ocasiones, ganar en una maratón.

Los populares cuando hacemos una maratón no pensamos en ganarla de ninguna manera, es decir, no pensamos llegar en primer lugar. Eso es para la élite. Sin embargo ganamos. Ganar en una maratón es muy relativo. Gana el que gana realmente aunque no es siempre así.

En un vídeo acerca del entreno en ultra maratones de Kilian Jornet, éste dice, min 6:06, que a veces gana y no está contento, y que ve a gente que cruza la meta después de él, "al día siguiente", Kilian hace ultra maratones y hace unas 8 horas mientras que otros hacen más 15 horas, y que saltan de alegría, y dice Kilian "este si que ha ganado". Una maratón es algo más que una competición, es una lucha individual en la que es uno mismo quien se pone los retos a conseguir, y esos retos valen la victoria o la derrota.

En mi mejor maratón, la de Valencia en 1996, hice mi mejor marca, 3:32:34 y sin embargo no llegué contento, pues en los dos últimos kilómetros perdí la ocasión de bajar de los 3:30 como quería y para lo que me había entrenado duramente. En esos dos minutos, poca cosa en la vida real, se fueron meses de entrenamiento que no fructificaron. Llegué con la mejor marca de toda mi vida, exausto, pero no gané.

Tenía 3:14 en el kilómetro 40 y quedaban dos, pero me quedé sin fuerzas, diría que sin vida, y no pude mantener el ritmo de carrera que llevaba sin falla desde el inicio. Me costó mucho completar como fuera ese tramo final. A tal punto que cuando un voluntario, a pocos metros de entrar en la recta final, nos indicaba que tuviéramos cuidado con un escalón, mi cabeza no alcanzaba a resolver lo que era un escalón ni lo que debía hacer para superarlo. No entendía nada. Pasé la línea de meta y vi el reloj, no había podido bajar de las 3:30 y no gané.

Curiosamente en esa misma maratón, la de Valencia, ganó un hombre de sesenta años, admirable, llamado Manuel Rosales e hizo 2:41:28. Sin embargo el que hizo menos tiempo que Rosales no ganó la maratón. En Valencia pusieron en práctica, durante dos ediciones, la de 1995 y 96, la carrera compensada en la que salían por orden de edad, de manera que los más veteranos salían antes que los más jóvenes. Así ganó Rosales que entró en la meta el primero aunque su tiempo real era superior al que llegó segundo, pero que salió después que él.

En una maratón hay diferentes maneras de ganar. Para muchos pasar la línea de meta ya es ganar. Hacer un determinado tiempo que estaba previsto de antemano es ganar. Entrar primero que el que iba con nosotros en casi toda la carrera es ganar, aunque luego te abraces fuerte a el. Entrar a meta de la mano de tus hijos, superar el muro del kilómetro 35, dosificar correctamente la carrera, es ganar.


Para Haruki Murakami, en su De que hablo cuando hablo de correr, correr una maratón sin caminar es ganar. Incluso Murakami ha pedido que eso es lo que diga en su tumba:

Haruki Murakami. Escritor (y corredor). 1949-20**. Al menos aguantó sin caminar hasta el final.









1 comentarios:

El Impenitente dijo...

Se tarda en aprender, pero se termina haciendo. Ganar o perder no es cuestión de la marca o del puesto. Es cuestión de sensaciones. Hace tiempo que decidí que no sería el cronómetro el que tenía que decirme si tengo que estar o no satisfecho por lo realizado.

Un saludo.